Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Los síntomas más comunes son:
- Piel seca
- Comezón
- Enrojecimiento
Estos síntomas suelen aparecer en la infancia y en ocasiones constituyen el inicio de la marcha atópica, la cual es sucedida por rinitis alergia y asma. Los síntomas y su distribución varían en intensidad y pueden ser tan molestos que afectan considerablemente la calidad de vida ya que afectan el sueño y pueden limitar el desarrollo psicosocial del paciente.
En algunas ocasiones esta enfermedad se desencadena con algún componente alérgico por lo que el estudio por parte de un alergólogo es indispensable para establecer el diagnóstico e iniciar tratamiento adecuado el cual consiste en cuidados generales de la piel y medicamentos para el control de los síntomas y disminución de la inflamación.