Las infecciones de repetición o recurrentes se definen como aquellas que se presentan con una frecuencia mayor de lo habitual de acuerdo con la edad del paciente, el entorno en el que se desenvuelve y el diagnóstico médico. Estas infecciones pueden ser de vías respiratorias (las más frecuentes), de sistema urinario, digestivo o piel.
Suelen ser debidas a diversos factores y requieren la evaluación de un inmunólogo clínico, ya que es de vital importancia descartar que se trate de una inmunodeficiencia primaria (enfermedades genéticas presentes hasta en el 10% de los casos) o bien una inmunodeficiencia secundaria (desnutrición, infecciones por HIV, cáncer o bien por tratamiento médico farmacológico o enfermedades crónicas). Hasta el 30 % de los pacientes con infecciones de repetición presenta un componente alérgico.